Nació en Londres, en
1934. Desde muy pequeña ha sentido fascinación por los animales y especialmente
por África, esta fascinación ha sido la que encendió la mecha para que algunos
años después Jane se convirtiera en una de las primatólogas, etólogas y
antropólogas más reconocidas de todos los tiempos.
En 1957, con
veintitrés años recién cumplidos, tras estudiar secretariado y trabajar en una
compañía de documentales en Inglaterra, y gracias a la invitación de una amiga
para trasladarse a Nairobi, pudo viajar a África
En Kenia entró en
contacto con el famoso antropólogo Louis Leakey y, aunque no contaba con la
formación académica adecuada, fue contratada como asistente, y viajó con él y
su esposa (la arqueóloga Mary Leakey) a la garganta de Olduvai en busca de
fósiles de homínidos.
Más tarde, Leakey le ofreció la posibilidad de estudiar los
chimpancés en su ambiente natural, en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania.
Allí se trasladó en julio de 1960, acompañada durante tres meses por su madre,
ante las reservas de las autoridades británicas de dejar que una mujer joven
viviese sola con animales salvajes.
Aunque los comienzos de sus investigaciones fueron duros
debido al rechazo inicial de la población de chimpancés, poco a poco los
animales se fueron acostumbrando a la presencia de Jane y ésta empezó a obtener
los primeros resultados. A partir de 1964 formó un equipo con cuya ayuda
recopiló y procesó la información obtenida hasta entonces, lo que permitió que
el Gombe Stream Research Center se convirtiese en una de las estaciones de
campo más importantes del mundo para el estudio del comportamiento animal.
Un año más tarde, en 1965, obtuvo el doctorado honorario en
etología por la Universidad de Cambridge. Dos años después fue nombrada
directora del Gombe Stream Research Center. Entre 1971-1975 fue profesora
invitada de la Universidad de Stanford y, a partir de 1973, también de la de
Dar es Salaam (Tanzania).
En 1977 fundó el instituto que lleva su nombre, Jane Goodall
Institute for Wildlife Research, Education and Conservation, cuyo objetivo
principal es impulsar programas de conservación de la especie y mejora de las
condiciones de vida de los chimpancés. En 1987, esta prestigiosa científica
abandonó la realización de trabajos de campo y se instaló en la localidad de
Bornemouth, donde pasa los dos meses al año que reside en Gran Bretaña, ya que,
a sus casi 80 años, dedica trescientos días al año a viajar por todo el mundo
en defensa de los animales y de su bienestar, dando conferencias sobre la
destrucción del medio ambiente y el calentamiento global. Asimismo, lucha por
conseguir unas mejores condiciones de vida para los primates en los zoológicos
de todo el mundo y contra el comercio ilegal y los experimentos con estos
animales.
Goodall ha dedicado su vida a una pasión que ya mostró desde
joven: la naturaleza. Ahora, a sus más de 80 años, Jane Goodall cuenta con más
de 55 años de trabajo a sus espaldas que han hecho que nos replanteemos la
naturaleza de los chimpancés, de los primates e incluso de los propios seres
humanos.